“El desafío que nos atraviesa es la preocupación por el otro”
Decimos Scouts y decimos “Siempre listos”, este movimiento que ya tiene más de 100 años nos sigue enseñando acerca de estar cerca de la naturaleza y trabajar por el otro. El grupo de la Ciudad de los niños no es la excepción. Nos encontramos con ellos en el festejo del día del niño, rodeados de juegos, de actividades y de ganas. Darío Bertolino, nació en Río Cuarto y entró al Grupo Scout a los 17 años aproximadamente, y desde ese momento no dejó más. Hacer la promesa lo marcó mucho y nos cuenta que ahí “entendí que es ser scout es un bien común, que ayuda a muchas personas, asique hoy en día sigo en la tarea ya desde otro lado, desde otro tipo de trabajo”.
- ¿Cómo surge el grupo Scouts Divino niño?
Y bueno en cuanto a el grupo scouts del divino niño, nosotros con mi familia nos fuimos un tiempo de la ciudad y , cuando volvimos, con mi mujer nos casamos en la parroquia, con el Padre Barbero, que estaba con su proyecto de la Ciudad de los Niños, vinimos y decidimos abrir un grupo acá. De esto hace ya unos 7 años, si bien el grupo empezó con unas tareas previas, como con la música en la iglesia o con los chicos en la misa, acompañándolos, también realizamos actividades juntos, nos fuimos acercando de a poco para que ellos nos vayan conociendo. Asumimos el compromiso de venir siempre, y hasta el día de hoy estamos con el grupo y toda la familia y otros adultos que se han sumado posteriormente.
- ¿Cómo es para vos el trabajo en la Ciudad de los niños desde el grupo scout?
Primero puedo decirte que es muy sacrificado, indudablemente que los primeros tiempos fueron mucho más duros, ahora nosotros de alguna forma nos ganamos cierto respeto de los chicos, pero eso lo fuimos ganando cada uno y en cada momento con cada chico. Nosotros veníamos con mucha experiencia de haber trabajado 20 años en los scout pero en lugares en donde íbamos y por ser el jefe te hacían atención de las cosas. Acá nos llevó dos años adaptarnos, nosotros trabajamos mucho la cuestión personal en primera instancia. La relación personal está por sobre todo y después que establecemos relaciones personales podemos empezar a desarrollar herramientas más comunitarias y trabajar en otros tipos de aspectos, indudablemente que todos los chicos que vimos cuando llegamos, eran pibes de entre 8 y 11 años, ahora tienen 17 años , entonces hoy en día la relación personal con ellos es mucho más fuerte. Y te diría “bien fuerte”, en el sentido que uno puede aconsejarles y ellos lo toman como un consejo de “hermano mayor” que es un poco la idea de la figura del adulto, como parte educativa con los niños.
El movimiento scout es una filosofía de vida en la que se enseña el respeto por la naturaleza, la tolerancia, la igualdad, el compañerismo, la actividad física y la capacidad de superar adversidades e incomodidades. Entre los objetivos de esta forma de convivencia se busca que la persona se comprometa con su escala de valores, que sea fiel a su propia Fe y respetuosa de los demás credos: Que se muestre como un miembro libre y responsable, capaz de tomar decisiones éticas, que se capaz de utilizar su capacidad de reflexión, de interioridad, de cuestionamiento para alcanzar las metas que se plantee, que pueda mantener una relación responsable con la naturaleza y disfrutar con ella. Lograr formar personas conscientes y partícipes de su cultura.
El movimiento fomenta una actitud positiva que les permita trabajar a los miembros con felicidad por su propio progreso y el de los demás.
- ¿Cuáles son los valores/proyectos que están guiando el trabajo de todos los días con los chicos?
Bueno uno siempre trata de reforzar mucho los valores familiares y los vínculos, el respeto por el hermano, ya sea de sangre o no. Primero enseñar dando el ejemplo, en todo momento nosotros tratamos de ser muy exigentes con nosotros mismos para enseñar mediante el ejemplo. En el sentido que claro que a veces nos cansamos, nos hacen renegar, pero siempre
vamos con buen modo, o pidiendo disculpas. Yo creo que es parte del aprendizaje, que ellos sepan que el adulto también se puede equivocar, como todas las personas, pero también es bueno saber hacer marcha atrás cuando uno se equivoca. Creo que ellos están expuestos a esas cosas, tienen que saber que en la vida se van a equivocar o algo no va a salir como quisiera, entonces es muy importante que tengan un referente. Hoy en día el proyecto más grande que hemos logrado hacer con los chicos es la actividad socio-comunitaria. Lo que estamos haciendo, es recolectar productos higiénicos para repartir. Fuimos al concejo deliberante y lo declararon como interés municipal, esperamos que nos den alguna ayuda también. Esto ha sido muy importante sobre todo para los chicos más grandes, el verse capaces y salirse del lugar de víctimas, ir más allá y entender que hay otras realidades. Yo siempre les digo: “cuando estén en la lata, miren debajo, porque debajo de esa lata hay alguien más necesitado que nosotros”.
- ¿Qué valoración haces de la Ciudad de los niños y sus 30 años de existencia?
Primero me parece que es algo único, te lo cuento desde el punto de vista de los scout, nosotros a medida que se ha divulgado la actividad que hacemos con los chicos, hemos querido comparar con otros grupos (y mirá que hay grupos que trabajan en la villa 31 o un montón de situaciones particulares) y la verdad que la Ciudad es única, porque hay una actitud de servicio con las personas que más necesitan. Con mi familia hemos estado prestando servicio en muchos grupos, casi 7 grupos que abrimos y estuvimos trabajando, pero la experiencia de estar acá es única, también en cuanto a la complejidad, creo que se tienen muchas cosas en cuenta, se trata de cuidar un montón de cosas, eso lo hace más complejo y también más atractivo.
- ¿Cuáles crees que son los desafíos que tenemos los adultos para la niñez y la adolescencia de hoy?
Bueno creo que no es solo los desafíos que tenemos hoy, sino también todo lo que se viene, y en cuanto a eso me parece que el desafío que nos atraviesa a todos es la preocupación por el otro, el fortalecer los vínculos, tanto con la familia con los amigos. Yo gracias a dios tuve una infancia buena, acompañado por mis abuelos, y si algo aprendí de ellos, es esa transmisión que te daban de valores, que creo que hoy las nuevas generaciones nos estamos alejando de eso. El desafío, entonces, es lograr que se relacionen con los otros, que en la adolescencia no sean tan individualistas, hoy desde el grupo scout vemos que cuesta muchísimo hacer trabajar a los chicos en equipo, todos quieren ser jefe, pero cuando hay que hacerse responsables nadie quiere serlo. Claramente hay un desafío importante.
- ¿Cómo definirías a la niñez?
La niñez es lo mejor que le puede pasar a un individuo y define cómo va a ser como adulto, si de niño logramos acompañarlo y que vea los ojos de Dios, eso lo va a hacer fuerte para el futuro, todo lo que lo debilite cuando es niño va a ser las debilidades de cuando sea adulto.
Lo que está faltando es un real compromiso con la niñez, no decir, sino hacer. Hay mucha gente que habla y que está preocupada por la niñez y por la desprotección, pero mejor que decir es hacer.